El Arzobispo de La Plata fue nombrado Prefecto de la Doctrina de la Fe

0
143

Fuente: AICA

El papa Francisco nombró a monseñor Víctor Fernández prefecto de la Doctrina de la Fe
Buenos Aires, 1 Jul. 2023 (AICA): El arzobispo de La Plata (Argentina), monseñor Víctor Manuel Fernández, fue elegido este sábado nuevo prefecto del Dicasterio de la Doctrina de la Fe, tal y como informó el boletín de la Santa Sede.

El Papa Francisco agradeció su trabajo al cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer tras finalizar su mandato. El nuevo prefecto asumirá sus funciones a mediados del mes de septiembre de 2023.

En la nueva reconfiguración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el Papa le encomendó al arzobispo de La Plata que no se dedique al asunto de los abusos, ya que ahora hay una sección de especialistas para eso. Le pidió, más bien, que fomente la reflexión sobre la fe en diálogo con los problemas del mundo y de las ciencias.

En la carta enviada por el Santo Padre al nuevo Prefecto, le encomienda «una tarea que considero muy valiosa. Tiene como finalidad central custodiar la enseñanza que brota de la fe para dar razón de nuestra esperanza, pero no como enemigos que señalan y condenan. El Dicasterio que presidirás, en otras épocas llegó a utilizar métodos inmorales. Fueron tiempos donde más que promover el saber teológico se perseguían posibles errores doctrinales. Lo que espero de vos es sin duda algo muy diferente”.

Carta del Papa Francisco al nuevo Prefecto

Querido hermano,
Como nuevo Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe te encomiendo una tarea que considero muy valiosa. Tiene como finalidad central custodiar la enseñanza que brota de la fe para “dar razón de nuestra esperanza, pero no como enemigos que señalan y condenan”.

El Dicasterio que presidirás en otras épocas llegó a utilizar métodos inmorales. Fueron tiempos donde más que promover el saber teológico se perseguían posibles errores doctrinales. Lo que espero de vos es sin duda algo muy diferente.

Fuiste decano de la Facultad de Teología de Buenos Aires, presidente de la Sociedad Argentina de Teología y sos presidente de la Comisión de Fe y Cultura del Episcopado argentino, en todos los casos votado por tus pares, quienes de ese modo han valorado tu carisma teológico. Como rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina alentaste una sana integración del saber. Por otra parte, fuiste párroco de “Santa Teresita” y hasta ahora arzobispo de La Plata, donde supiste poner en diálogo el saber teológico con la vida del santo Pueblo de Dios.

Dado que para las cuestiones disciplinarias – relacionadas en especial con los abusos de menores – recientemente se ha creado una Sección específica con profesionales muy competentes, te pido que como Prefecto dediques tu empeño personal de modo más directo a la finalidad principal del Dicasterio que es “guardar la fe”.

Para no limitar el significado de esta tarea, hay que agregar que se trata de “aumentar la inteligencia y la transmisión de la fe al servicio de la evangelización, de modo que su luz sea criterio para comprender el significado de la existencia, sobre todo frente a las preguntas que plantean el progreso de las ciencias y el desarrollo de la sociedad”. Estas cuestiones, acogidas en un renovado anuncio del mensaje evangélico, “se convierten en instrumentos de evangelización”, porque nos permiten entrar en conversación con “el contexto actual en lo que tiene de inédito para la historia de la humanidad”.

Es más, sabés que la Iglesia “necesita crecer en su interpretación de la Palabra revelada y en su comprensión de la verdad” sin que esto implique imponer un único modo de expresarla. Porque “las distintas líneas de pensamiento filosófico, teológico y pastoral, si se dejan armonizar por el Espíritu en el respeto y el amor, también pueden hacer crecer a la Iglesia”. Este crecimiento armonioso preservará la doctrina cristiana más eficazmente que cualquier mecanismo de control. 

Es bueno que tu tarea exprese que la Iglesia “alienta el carisma de los teólogos y su esfuerzo por la investigación teológica” con tal que “no se contenten con una teología de escritorio”, con “una lógica fría y dura que busca dominarlo todo”. Siempre será cierto que la realidad es superior a la idea. En ese sentido, necesitamos que la Teología esté atenta a un criterio fundamental: considerar “inadecuada cualquier concepción teológica que en último término ponga en duda la omnipotencia de Dios y, en especial, su misericordia”. Nos hace falta un pensamiento que sepa presentar de modo convincente un Dios que ama, que perdona, que salva, que libera, que promueve a las personas y las convoca al servicio fraterno. 

Esto ocurre si “el anuncio se concentra en lo esencial, que es lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario”. Sabés bien que hay un orden armonioso entre las verdades de nuestro mensaje, donde el mayor peligro se produce cuando las cuestiones secundarias terminan ensombreciendo las centrales.

En el horizonte de esta riqueza tu tarea implica además un especial cuidado para verificar que los documentos del propio Dicasterio y de los demás tengan un adecuado sustento teológico, sean coherentes con el rico humus de la enseñanza perenne de la Iglesia y a la vez acojan el Magisterio reciente.

La Virgen Santísima te proteja y te cuide en esta nueva misión. Por favor no dejes de rezar por mí. 

Mons. Víctor Manuel Fernández
Víctor Manuel Fernández nació el 18 de julio de 1962 en Alcira Gigena, provincia de Córdoba (Argentina). Fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1986 para la diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto (Argentina). Obtuvo la licenciatura en teología con especialidad bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma) y posteriormente el doctorado en teología en la Facultad de Teología de Buenos Aires.

De 1993 a 2000 fue párroco de Santa Teresita en Río Cuarto (Córdoba). Fue fundador y director del Instituto de Formación de Laicos y del Centro de Formación de Profesores Jesús Buen Pastor en la misma ciudad. En su diócesis también fue formador del seminario, director de ecumenismo y director de catequesis. En 2007 participó en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano (Aparecida) como sacerdote en representación de Argentina y, posteriormente, como miembro del grupo redactor del documento final.

De 2008 a 2009 fue Decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina y Presidente de la Sociedad Teológica Argentina. De 2009 a 2018 fue rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina. El 13 de mayo de 2013 fue nombrado Arzobispo por el Papa Francisco.

Participó, como miembro, en los Sínodos de los Obispos sobre la familia de 2014 y 2015, en los que también formó parte de los grupos de redacción. En la Asamblea de la Conferencia Episcopal Argentina de 2017 fue elegido Presidente de la Comisión Episcopal de Fe y Cultura (Comisión Doctrinal). En junio de 2018 asumió el cargo de Arzobispo de La Plata.

Fue miembro del Consejo Pontificio para la Cultura y Consultor de la Congregación para la Educación Católica. Actualmente es miembro del Dicasterio para la Cultura y la Educación. Entre libros y artículos científicos, cuenta con más de 300 publicaciones, muchas de las cuales han sido traducidas a varios idiomas. Estos escritos muestran una importante base bíblica y un constante esfuerzo de diálogo de la teología con la cultura, la misión evangelizadora, la espiritualidad y las cuestiones sociales.+

Carta de Monseñor Fernández: 

LO QUE ME PIDE FRANCISCO
Amigas y amigos,
el Papa Francisco me pidió que sea Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. La primera vez que me lo pidió le di varias razones para decir que no.
Una de ellas es que la tarea incluye la cuestión de los abusos de menores y yo no me siento preparado ni fui formado para esos asuntos.
Sin embargo, cuando él estaba en el hospital, me volvió a pedir lo mismo. Se pueden imaginar que era imposible decirle que no. Pero él me explicó que el tema de los abusos ahora está en una sección bastante autónoma, con profesionales que saben mucho de ese tema y trabajan con gran seriedad.
Por lo tanto yo tendría que ocuparme de otra cosa que a él le preocupa mucho en este momento: alentar la reflexión de la fe, la profundización de la Teología, promover un pensamiento que sepa dialogar con lo que vive la gente, animar un pensamiento cristiano libre, creativo y con profundidad.
Esto me entusiasmó, y sentí que no me podía hacer a un lado cuando Francisco me está pidiendo ayuda.
Finalmente acepté con alegría, porque lo que me pide es un maravillosos desafío, aunque tendré muchas contras: hay gente que prefiere un pensamiento más rígido, estructurado, en guerra con el mundo.
Este Dicasterio de la Doctrina de la Fe es como un ministerio, que tradicionalmente fue el más importante de la Santa Sede. Ahora se da más importancia al Dicasterio de la Evangelización, pero no tiene un prefecto a cargo, como en el caso del que se me encomienda, porque ese está a cargo directamente del Papa.
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe en otras épocas se llamaba Santo Oficio, y se dedicaba a perseguir a los herejes, a los que cometían errores doctrinales, y el Papa reconoce que usaba métodos inmorales como la tortura. A mí me dice que me está pidiendo algo muy distinto, porque los errores no se corrigen persiguiendo o controlando, sino haciendo crecer la fe y la sabiduría. Ese es el mejor modo de preservar la doctrina.
Estos días que estuve en Roma el Papa mismo se preocupó de buscarme un lugar donde vivir dentro del Vaticano que tuviera plantas y una vista al verde, porque sabe que yo vengo del campo y eso me hace falta. Fíjense en su delicadeza. Por eso es un gusto trabajar cerca de él y acompañarlo más de cerca.
Les pido que recen por esta tarea que se me encomienda, que será dura pero también me abre muchas posibilidades.
Gracias a todos por su afecto.
Tucho