Virgen de Urkupiña, madre de los bolivianos

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Fiesta de los bolivianos que viven en La Rioja

El día viernes 6 de septiembre de 2024, la Comunidad Boliviana, residentes en la ciudad de La Rioja, participaron de la Misa de 20:00 horas en la Iglesia Catedral San Nicolás de Bari celebrando la fiesta de la VIRGEN DE URKUPIÑA. Frente a la Catedral tres agrupaciones ofrecieron danzas y cantos en honor a la Virgen y muchos devotos se congregaron para honrar a la Madre de Urkupiña. Monseñor Dante Braida estuvo acompañando el momento posterior y también celebrando a nuestra Madre junto a todos los feligreses.

 

La historia de la Virgen de UrKupiña se remonta a la época virreinal, como se señala en «la Leyenda de la Virgen», donde una pastorcita comunica sus encuentros con una gran Señora, que al perderse por la montaña señala a la señora diciendo en su idioma nativo Urkupiña, que quiere decir «ya está en el cerro».

Así comienza esta historia de fe junto a «Nuestra Señora la Virgen María de Urkupiña», aunque se carece de documentación precisa sobre los inicios de esta fiesta, por ser una fiesta de los «indios» que se realiza en la doctrina del «Valle Grande de San Ildefonso de Quillacollo». Su fiesta se celebra cada 15 de agosto en honor a la Asunción de la Virgen María.

Entre las muchas historias que se cuenta acerca de la Virgen, señalan los habitantes de Quillacollo que los soldados quillacolleños, pidieron la protección de la patrona y llevándose consigo una imagen bordada en tela narró que la «Virgen de Urcupiña» acudió en ayuda de ellos…» (1880) También fue importante su intercesión durante la guerra del Chaco (1932 – 1934), los soldados nombraban madrinas de guerra a importantes damas de la época, que con todo amor y buena fe en los milagros de la «Virgen de Urkupiña» se prendían en el pecho un escapulario con la imagen y la bendición de la «Virgen de Urkupiña» para que les acompañe en los campos de batalla.

En la década de los ’70’, Santa Cruz de la Sierra creció a grandes pasos y de pronto la fiesta de Urkupiña se llenó de cruceños que comenzaron a formar parte del festejo. La mayoría de ellos eran comerciantes que llegaban a postrarse plata de la Mamita y retornaban para devolverle el préstamo. Así el culto a la Virgen abrió tres ministerios: de finanzas, vivienda y transporte, porque la gente llegaba a pedir platita, casita o camioncito.

Debido a que desde tiempo inmemorial se venera en el templo de San Ildefonso de Quillacollo arquidiócesis de Cochabamba, a nuestra Señora, bajo la Advocación de Virgen María de Urkupiña.

Madre Nuestra…¡Ruega por nosotros!