Sabemos porqué se fueron nuestras amigas y amigos – Los jóvenes en Brasilia

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En Brasilia se realizó la Asamblea del Cono Sur dentro de la fase continental del Sínodo. Los jóvenes que participaron, con mucha sinceridad y realismo, dieron respuestas a la gran pregunta que nos hacemos ¿Dónde están los jóvenes? ¿Porqué se fueron o porqué ya no vienen a la Iglesia?

Un informe para reflexionar y generar respuestas creativas desde la escucha atenta a ellos y a Jesús.

Querida asamblea presente, esta semana los jóvenes de 5 países (Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil) nos estuvimos juntado, charlando y rezando. A partir de lo vivenciado nos gustaría compartirles algunas palabras.

Dios, Madre y Padre, ¡escucha nuestro clamor en oración! Somos jóvenes de América Latina y queremos vivir la sinodalidad con toda la Iglesia. Aliéntanos con tu Espíritu y sostennos como tus seguidores entusiastas.

En este sínodo escuchamos múltiples veces «¿dónde están los jóvenes?» y nosotros estamos acá. Es por esto que queremos contarles porqué nuestros amigos y amigas se fueron.

Hoy gritamos por nosotras y nosotros por las y los que se fueron, por las y los que vendrán.

  • Mis amigas se fueron porque eran feministas.
  • Mis amigos padecían el flagelo de la droga y la Iglesia les cerró la puerta.
  • Mis amigos se fueron porque les dijeron que su palabra no tenía valor por ser jóvenes.
  • Mis amigos y amigas se fueron porque sufrieron abusos de conciencia y manipulación dentro de la Iglesia y no fueron escuchados con el corazón.
  • Mis amigos y amigas se fueron porque no se respetaron sus identidades y culturas dentro de nuestras instituciones religiosas.
  • Mis amigos y amigas se fueron porque son lesbianas, transgénero, aman la Iglesia y aman a Dios pero no se sienten amados. Cuando se acercan se les cierra la puerta.
  • Mis amigos y amigas se fueron de la Iglesia a causa de los abusos cometidos por distintos miembros de la Iglesia.
  • Mis hermanos y hermanas religiosos y seminaristas consagradas y consagrados se retiraron por el abuso de poder.
  • Mis amigos se fueron porque no los dejaron ser creativos y solo los llamaron para cargar sillas.
  • Mis amigos y amigas se fueron por la falta de acogida y misericordia con sus pensamientos más profundos y con lo que le pasa a cada uno de ellos y ellas.
  • Mis amigas se fueron porque abortaron presionadas por sus familias y nadie las acompaño ni antes ni después.
  • Tengo amigas que se fueron porque estaban embarazadas y la Iglesia no las supo acompañar.
  • Tengo otros amigos que se fueron porque tenían que trabajar muchas horas para sostener sus carreras universitarias y terciarias y la Iglesia no los acompaño en su formación profesional.
  • Mis amigos y amigas se fueron porque cuando hablan de familia no contemplan todas las familias.

Dios, Madre y Padre, ¡escucha nuestro clamor en oración!

Sopla fuerte para que la Iglesia no se olvide de las y los jóvenes, que pueda abrazar su vida como viene, con sus sueños y anhelos, y acompáñalos en la tarea de contagiar e impulsar con sus vidas la sinodalidad.