Rosa Aramayo tiene 41 años y no participa del Milagro.
Durante el triduo está entre 4 paredes frente a una computadora intercambiando con fotógrafos y cronistas que sí están en la Fiesta.
Es la coordinadora de la oficina de prensa de la Arquidiócesis de Salta y nos cuenta su testimonio.
Estos días estoy de 7 a 22 o 23 trabajando, tratando de mostrar lo que es el Milagro para el mundo. En todo momento estamos recibiendo fotos, testimonios de peregrinos que quieren ver reflejado ese caminar y esa llegada al Señor y a la virgen del Milagro.
Durante todo el Milagro estoy muchas horas sentada aquí frente a la computadora tratando de mostrar el Milagro a través de las redes y la web, realizando las transcripciones de las homilías de los diferentes obispos y sacerdotes que nos visitan en el triduo y en el Milagro.
Es para nosotros una fiesta. Somos como el Milagro puertas adentro y gracias a la prensa el mundo se entera lo que es el Milagro. Celebracióna la que llegan unos 400000 fieles de todas partes y cerca de 20000 desde la Puna.
Cada Milagro es distinto porque los visitantes nos van mostrando lo que es el milagro para ellos y nos enriquecen, los peregrinos le dan un color distinto cada año. Cada milagro nos va marcando nuestra vida. Hoy recuerdo mucho a las personas que me acompañaron en los diferentes milagos y hoy ya no están, pero siguen estando.
Recibo del Milagro muchas bendiciones a lo largo de la vida. La última vez que caminé fue en 2019 en la peregrinación con los mineros, los veo llegar y recuerdo esos pies cansados y lastimados y saltando de alegría. Extraño esos hermanos peregrinos. Uno de los desafíos después de la pandemia fue quedarnos en el santuario y junto con el equipo de la Unversidad Católica comenzar a hacer las transmisiones a través de las páginas web y distribuir a nivel nacional para que se conozca que no es una fiesta u otra procesión más.
Nosotros lo vivimos desde un escritorio o caminando pero siempre como lo decía Damiana, agradeciendo. En 2019 peregriné con mi hijo y realmente nos damos cuenta de esa fe sencilla de agradecer la vida, el agua, el sol, las cosas sencillas que nosotros viviendo en la ciudad lo damos por hecho, el abrir una canilla y tener agua potable; ellos allá no lo tienen o caminar por una vereda o el transporte público y son felices.
La caminata desde la Puna tiene cerca de 200 km de acuerdo al lugar donde se parta porque el sitio de encuentro es San Antonio de los Cobres que por carretera son 110 km y vienen caminando 170 km hacia la ciudad de Salta.
Resulta difícil cuantificar, por eso los invito a ver fotos y videos que están en nuestras redes para que conozcan el camino del Milagro. Se camina mucho cruzando, subiendo, bajando montañas, vadeando ríos, es un camino maravilloso.