Los Niños del Pesebre de la puerta de al lado

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Estuvimos conversando con médicos y enfermeras del Área Neonatología del Hospital de la Madre y el Niño de La Rioja. Allí nacen varios niños y niñas al día y algunos son prematuros o nacen con problemáticas que los obligan a un cuidado especial. Allí las madres y padres son reemplazados por el personal sanitario que se desvelan por cada uno de ellos, sufren con sus sufrimientos y celebran cada pequeña mejoría, contienen a los padres, en fin , hacen de su profesión una vocación y una misión. 

Esa Unidad es un Belén, un pesebre cada día del año porque llegan los bebés con toda la fragilidad y necesidad de cuidado, como Jesús y como Él son tratados como el niño más importante del mundo.

Todos se preparan cada día para recibir y cuidar con mucho amor cada vida que llega, como Jesús en Belén.

 

Te dejamos lo que nos dijeron al preguntarles porqué eligieron medicina, lo que les alegra y entristece de la profesión, lo que necesitan de la sociedad y como viven esta situación de recibir y cuidar la vida más fragil.

Dra Sandra Gomez

Soy médica porque desde pequeña jugaba a curar a las personas. Esta profesión me regala el placer de ayudar a las personas y me quita de vez en cuando, el  tiempo de poder compartir con mi familia. Un momento difícil es la muerte de un bebé y un momento lindo cuando damos el alta de un prematuro que luchó para salir adelante.

Es muy lindo recibir el fruto del amor del prójimo y cuidar de los pacientes es estar alertas en el cuidar este fruto. Me canso como todos los seres humano, pero se me ocurre decir basta. Descanso, me recupero y vuelvo al ruedo. Nuestra tarea es acorde al resto de la administración, pero considero que las guardias deberían ser menos horas.

Esta vocación te enseña confianza, paciencia y respeto y lo mejor es que el nacimiento de un ser humano es puro amor y nos contagia esperanza.

Dra Paula Fernández

Soy médica porque siempre quise ayudar al prójimo, me gustaron siempre los bebés me regalan mucha satisfacción, alegría, orgullo. A veces me quita tiempo para mi familia.

Comunicar la muerte de un bebé siempre es un momento difícil  y duro. Un momento feliz es dar el alta y que se vayan con sus papás a sus casitas. Participar del primer minuto de vida de una persona es sumamente importante. Las acciones que hagamos en ese momento marcarán su vida para siempre. Amo poder ser parte de ese momento.. y también ayudarlos a sanar. Me canso pero nunca sentí la necesidad de decir basta..

Necesitamos de la sociedad a veces más reconocimiento y respeto. Me conmueve ser los primeros de tener el privilegio de ver a Jesús de recién nacido… el paso de Jesús por Belén marcó toda la vida de los cristianos.

Dra. Yanina Sendra

Desde chica supe que quería ser médica y ayudar a la gente que más necesita incluyendo los animales. Pensaba ser soltera, irme a África cuidar niños o tener una casa grande para cuidar animales de la calle. Desarrollar esta vocación me quita tiempo con los seres que más amo, mis hijos y mi familia y a la vez me regala vida y me llena de amor mi Alma cada vez que doy de alta a un bebé que se va con sus papás. Cada bebé que nace y recibo me regala un poquito más de luz.

Son difíciles las despedidas, sé que todos tenemos nuestro destino y no somos nosotros los que decidimos de esto, es Dios. Pero duele mucho igual. Y lo más lindo y cuando todos bajaron los brazos con un bebé y yo sentía que tenía que seguir, seguí y ese bebé hoy está en su casa. Siempre me sentí guiada por las manos del Señor, por creo que cuando deciden partir es porque Él así lo quiere.

Y es maravilloso ser mamá, y saber que soy parte de ese sentimiento cada vez que recibo un bebé me lleno amor. Y cuidar de bebés enfermos. Creo que Dios me puso acá para eso y por lo tanto también lo hago con amor y tratar de entender que estoy solo para apoyar y contener. Ser un pilar para esa familia que está sufriendo

Y sí muchas veces me canso. Pero creo que es un cansancio físico y mental lamentablemente producido por malos tratos del sistema y también de gente no buena. Pero existe el bien y el mal. Necesitaríamos más contención. No es tan fácil estar siempre firme. Somos seres humanos y tenemos también nuestras dolencias. Y yo asocio los nacimientos al amor, la paz la esperanza.

Dra. Cecilia Porra

Soy médica porque me gusta poder aliviar las dolencias que aquejan a mis pacientes, poder ayudarlos a salir adelante ante situación de enfermedad. Como así también poder brindarle contención a la familia que es un pilar fundamental en la recuperación de los niños.

Me regala la satisfacción de poder ver al paciente crecer, sanar y superar los obstáculos que se presentan durante la internación, pudiendo irse de alta a sus casas junto a sus padres.

Es una profesión que demanda muchas horas de trabajo constante y siento que me quita en este momento poder compartir tiempo con mis hijos que es lo que más amo.

Un momento difícil, un vez nació un par de gemelos, uno de ellos era mi paciente, prematuro, guerrero, fuerte, pasó un mes largo pero superaba todo los obstáculos. Un buen día llego el momento de pasar a una cirugía la cual sería la última para irse a su casa y ese día no pudo resistir dicho procedimiento y terminó produciendose el deceso del mismo. No podía entender cómo pasó, ¿por qué pasó? Porque según informes médicos estaban todas las condiciones dadas para que todo saliera bien. Con el tiempo entendí que son ángeles que pasan por nuestras vidas para dejarnos una enseñanza …..para demostrarnos algo en ese momento que no estamos viendo.

Un momento lindo es ver a un prematuro extremo de 25 semanas irse a su casa.

Recibir un bebé….es un momento único que a pesar que de ser una práctica que hacemos a diario…es un momento mágico.…es una vida que llega a este mundo loco, difícil. Cada nacimiento es completamente diferente.

Cuidar de ellos…..es hacerlo como si fueran mis hijos….como si fueran propios. Trato de ponerme en el lugar de esos padres y familiares que esperan con ansias llevarlo junto a ellos.

En el sistema no somos reconocidos, nuestro trabajo no es valorado, ni bien remunerado. Trabajamos cada día de 8 a 14 hs más guardias de 24 y 18 hs con un promedio de guardias en lo personal de 9 mensuales.

De la sociedad necesitamos también ser reconocidos….valorados y respetados….porque no solo somos médicos neonatólogos sino que más de una vez hacemos tareas de psicólogos conteniendo a esas familias, hacemos de trabajadores sociales tratando de ayudar aquellos de escasos recursos para que el niño pueda crecer un ambiente óptimo según la patología de base que tenga. Y si el resultado no es el esperado a pasar de darlo todo….tenemos la culpa del fallecimiento.

Todos siempre nos preparamos para recibir con mucho amor la llegada un nuevo ser humano por eso este lugar es el pesebre de Belén.

¡Gracias! Dios bendiga sus entregas…