La Renovación que trae Pentecostés

0
20

¡Ven Espíritu Santo!

La venida del Espíritu Santo viene a darnos una nueva oportunidad de recrear nuestras vidas con sus dones de fortaleza, entendimiento, sabiduría, temor de Dios, consejo, piedad y ciencia. Nos completa como comunidad y nos da empuje en el envío misionero. Cfr Hechos 2, 1-13

De visita en la Rioja el padre Gustavo Jamut, dedicado a los Ejercicios Espirituales de sanación, nos dejó su testimonio.

Cuando uno empieza a asumir la fragilidad, el Espíritu Santo nos ayuda a liberarnos, a iluminar, a caminar con mayor paz y a cambiar ciertas actitudes que a veces tenemos y que no nos damos cuenta de donde vienen.

Nuestro servicio es ir integrando a los Ejercicios Espirituales tradicionales, todo lo que es la propia historia de acuerdo a la semana de ejercicios que toca.  Por ej. cuando meditamos la primera semana, la encarnación de Jesús entonces dar gracias por nuestra concepción pero también ver las heridas u otros registros trabajarlo desde la oración y sanarlo.

Nos preparamos para dar los Ejercicios, para ser buenos instrumentos del espíritu con mucha oración porque no podemos dar lo que no tenemos. Nuestra comunidad se llama Comunidad Evangelizadora Mensajeros de la Paz porque a través de la oración, la sanación interior vamos trabajando las heridas del alma que nosotros mismos tenemos como evangelizadores, como misioneros para luego poder acompañar a otros en ese caminar. Nos preparamos con esto, con oración, con mucho discernimiento, ver las limitaciones, ver cada situación para discernir si es la voluntad del Señor

En esta novena del Espíritu Santo hay que confiar más que nada en el poder del Señor que quiere que seamos Iglesia. Venimos de un modelo muy clericalista donde esperamos que todo sea el cura o la religiosa la que evangelice y a partir del Documento de Aparecida los obispos se reúnen y sienten que fue un nuevo pentecostés que hay que activarlo y ahí cada bautizado clamar al Espíritu Santo. Pentecostés no es solo un día, ni siquiera la novena, sino que Pentecostés debería ser, en el corazón de cada bautizado, de manera diaria ya  que somos templo de Él, dejarnos guiar por Él para nuestra vida cotidiana y también para preguntarle a Dios, Señor cómo puedo ayudar para que sean más lo que te conozcan, los que te aman para poder llevar tu consuelo a los que están sufriendo.

 

¡Espíritu Santo Ven!

Si Tú no vienes,
será imposible el abrazo del
reencuentro
con el hermano que la ofensa puso
lejos
si Tú no enciendes de nuevo el fuego.
Pero si vienes a recrearnos
y como un soplo das vida al barro,
como un artista irás plasmando
un rostro nuevo de hijos y hermanos.
Por eso ven…
Espíritu santo, ven…