Alegría y Resurrección Sinodales

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En esta entrega sobre lo vivido en la Asamblea Sinodal Diocesana, tenemos entrevistas a dos mujeres: Herminia y Myriam.

Ambas coinciden en la alegría y riqueza del encuentro que refleja la riqueza humana, discipular y misionera de la diócesis.  A ambas, como a todos les duelen las sombras, pero precisamente allí, ven un camino de cambio, de resurrección.

Herminia Vega (HV), forma parte del Equipo de Cáritas Diocesana y del Consejo Diocesano de Pastoral.

DigitalMin: ¿Cómo fue vivir el proceso de las preguntas del Sínodo?

HV: Este es un proceso que lo animamos desde el año pasado, en puntual la convocatoria, la invitación a participar del Sínodo y en esta etapa de escucha como Diócesis. Como parte del rol del Consejo Diocesano, generar los espacios de escucha desde la base: bien desde abajo, en el sentido desde donde nace la vida de nuestra Iglesia y desde allí generar los procesos de escucha, cosa que no era partir de cero. Ya veníamos con el Consejo Diocesano animando estos espacios, lo habíamos hecho con el espacio de escucha de la Conferencia Latinoamericana, durante el año de la pandemia lo hicimos en torno a la celebración que se escribió sobre le Encíclica de la Laudato, generamos los espacios de escucha y vimos cómo estaba nuestra diócesis con preguntas concretas; que a partir de allí nacieron las líneas pastorales de la Diócesis.

Siempre en el afán de entender y de vivir concretamente en que el Sínodo, ser sinodal, ser Iglesia sinodal y caminar juntos no es una moda, sino que es un modo de ser de las primeras comunidades Jesús nos invitó a ser así, a vivir de esta forma y recuperar esta forma, que también la Iglesia necesita recuperar. El año pasado comenzamos concretamente con estos espacios de escucha en cada una de las parroquias, comunidades, movimientos y áreas pastorales y a trabajar las luces las sombras que vemos en nuestra iglesia, también las expectativas la esperanza de mejorar.

DM: Con respecto a las preguntas de las sombras, las dificultades que fueron un poco duras las respuestas, ¿Cómo se sintió al escucharlas y leerlas?

HV: (suspira) la mayoría las comparto, creo que es así. Capaz que sale con mucha dureza, pero a veces estas durezas implican mucha verdad; verdades que esta bueno asumirlos, ser autocríticos. Mucho nos cuesta, y vemos mucho en los otros y no en nosotros mismos. Como laicos y laicas debemos darnos un espacio de autocrítica, yo creo que ante los planteos de, por ejemplo, del sacerdote que se maneja como patrón de estancia que me quedó grabado el día de hoy, yo creo que por ahí también hay quien deja manejarse. Y esas libertades como laicos y como laicas poder presentar, decir con capacidad de diálogo, por supuesto, a tratar en ponernos de acuerdo. Me parece que muchas veces los laicos las laicas nos quedamos en una posición cómoda de decir “el cura no me deja”, y no es tan así.

Mi propia experiencia en mi vida desde los grupos juveniles con el Padre Praolini, después pasando por un montón de otras pastorales y hoy en Cáritas, me dan cuenta de que se puede participar activamente, se puede tener mucha capacidad de diálogo y ser escuchado. Se pueden hacer propuestas, pero también hay que hacerse cargo. Muchas veces, muchos creen que es imposible tener acceso a esos lugares. No es un cambio de hoy para mañana, es de apoco y con mucha fe. Creyendo y siendo muy muy seguros de que Dios es el que decide y el que nos da las oportunidades y a través del Espíritu tenemos la capacidad de discernimiento, de inteligencia de decir “por este lado vamos” y lo encaremos, aunque tengamos miedo, aunque creamos que no va a ser posible, y a mí siempre me resuena que para Dios nada es imposible. En base a eso creer que vamos a poder hacer cambios, transformar y tener una Iglesia de realmente de puertas abiertas, Iglesia en salida y todo lo que Francisco nos invita a ser y no solo a decir.

DM: Para finalizar, en una sola palabra resumiendo ¿ qué se lleva del día de hoy viviendo la Asamblea? Que fue bastante fructífero por lo visto.

HV: RESURECCIÓN. Jesús que viene a decirnos que el reino, su reino, al reino al que Él nos invita es aquí y es ahora. Él resucita todos los días en cada uno y en cada una de nosotras/os, en nuestras comunidades; especialmente en aquellas que están más lejos más excluidos, somos nosotros quienes tenemos que invitar a la resurrección.

Entrevista a Myriam Maza (M), es Referente de CODECLAR (Consejo Diocesano de Educación Católica de La Rioja)

DM:¿Qué te llevas del encuentro de hoy?

M: Ha sido un encuentro muy lindo escuchar y ver la diversidad de toda la Diócesis, eso me alegra, me entusiasma. Es importante que la gente se anime a expresar lo que nos pasa, lo que siente, a ponerlo en común con sinceridad y con apertura del corazón.

DM: A partir de lo escuchado, ¿ qué es lo que más te duele?

M: Más que dolor, siento miedo. Tengo miedo al conformismo, que no se haga un esfuerzo claro, sincero, profundo por revertir lo que vemos que no va, que nos quedemos, que nos movilicemos al cambio.

DM: ¿Qué te da esperanza?

M: Que Jesús nos pide más a esta, la Iglesia de la Rioja, que cuestionarnos es bueno. Ver la presencia de los jóvenes también me llena el corazón de alegría.