Homilía Navidad 2023- Monseñor Braida

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Homilía de Noche Buena 2023

Mons. Dante G. Braida

NAVIDAD: Jesús camina con nosotros

“El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz” Is 9,1
Queridos hermanos y hermanas de la diócesis:
FELIZ NAVIDAD!
1- Que el Niño que nace hoy renueve en todos la esperanza y nos ayude a caminar juntos
como Pueblo de Dios. Lo que celebramos hoy es una Alegría inmensa. Dios habita en cada uno de nosotros, en nuestras familias y comunidades. Por eso esta alegría es compartida con todos.
Alegría que se une a las celebraciones de la novena de San Nicolás en este Santuario.
Esta misa celebrada desde la Catedral es transmitida por el Canal, por la Radio, por las redes sociales. Esto permite que estemos muy cerca en lugares muy distantes unos de otros. Por eso es una Alegría compartida con muchos. (En particular saludamos a Canal 9 que hoy cumple 52 años de vida, al servicio del pueblo riojano).
El relato del nacimiento de Jesús, que nos ofrece el Evangelio según san Lucas, es muy
simple y a la vez concreto. José y María que dejan Nazaret y van a Belén en tiempos de un censo.
El embarazo llega a su fin y María da a luz en un pesebre. No había lugar para ellos en los
hospedajes. Allí, en un lugar y en un tiempo concreto nace El Salvador, el Mesías, el Señor. Jesús que viene a nuestro encuentro para salvarnos y llevarnos a una unidad y amistad profunda con Dios, viene a enseñarnos una vida reconociéndonos hermanos y hermanas entre nosotros.
2- En un pesebre, un lugar pobre dio a luz María. Su esposo, José, está allí trabajando y colaborando para que todo esté en orden. Hoy cada corazón y cada casa, cada familia, cada localidad es un lugar propicio para que Dios nazca y se manifieste. Como María la Iglesia, que somos cada uno de nosotros, tiene que mostrar una presencia viva de Jesús. Cada bautizado tiene que ser un Jesús Vivo que haga el bien en todo momento y que busque traducir en gestos y obras concretas el amor que Dios pone en su corazón. Hoy mismo, celebrando la Navidad en el Servicio Penitanciario, un joven fue bautizado.

Fue un momento muy fuerte y emotivo. Él se venía preparando para este momento que pudo darse en la celebración del nacimiento de Jesús. Le decía que desde ahora él ya era misionero de Jesús, que tenía que seguir profundizando en su amistad con Jesús, integrarse a la Iglesia porque ya era parte de la Iglesia misionera allí donde hoy le toca vivir. En el Servicio penitenciario este año también realizaron en varios pabellones pesebres domésticos, como los que armamos en casa. Lo hicieron con los recursos que tenían. Pero lo más importante, comentaban, es que lo hicieron juntos y que realizar estas verdaderas obras de arte los ayudó a unirse, a ponerse de acuerdo, a que varios participen con sus ideas y propuestas. Y eso algo los cambió, les dio más apertura, paz… Nos dieron una gran enseñanza.

3- La Navidad se realiza en obras concretas, cada día del año, que expresen el amor y la vida que Jesús vinos a compartirnos. En la Iglesia, todos los bautizados, estamos llamados a realizar esas obras. Justamente, este año que finalizamos hemos dado pasos procurando fortalecer decididamente la dimensión sinodal de la Iglesia destacando que en ella cada bautizado tiene un lugar y una misión propia. Nadie está demás en la Iglesia. Todos somos necesarios. Para que podamos sostener este proceso de sinodalidad necesitamos contemplar a Aquél que vino a caminar con nosotros para hacernos su Pueblo, miembros de su Familia. Solamente unidos a Él y caminando juntos podemos crecer juntos y llevar adelante la misión propia de la Iglesia.
4- A su vez, como Iglesia que peregrina en La Rioja, les quería compartir en esta noche, que el próximo año celebraremos el aniversario 90 de nuestra diócesis. El 20 de abril de 1934, el papa Pio XI crea la diócesis de La Rioja. Por este motivo tendremos un Año Jubilar que iniciaremos el 1° de enero, fiesta de San Nicolás, hasta el domingo 24 de noviembre, celebración de Cristo Rey.
El Lema que nos acompañará es: “90 años de FE, ESPERANZA y MISIÓN”.
Buscaremos, fundamentalmente, hacer una memoria agradecida de estos 90 años revalorizando nuestra HISTORIA y, al mismo tiempo, queremos que toda la diócesis se disponga a salir en MISIÓN buscando llegar a las personas más alejadas o necesitadas, a las periferias geográficas o existenciales de nuestras comunidades.
Junto a la celebración de este acontecimiento, estaremos iniciando un Trienio preparando el cincuentenario del martirio de nuestros beatos Mártires Riojanos. Los invito a disponernos del mejor modo para vivir este tiempo de gracia y crecimiento.
5- También, quisiera que tengamos presente en este momento a tantos lugares donde las dificultades son gravísimas, como lo son las zonas de guerra. Hoy mismo Belén, el lugar donde nació Jesús está envuelto en una guerra que ya dejó miles de muertos y tantas familias destruidas.
Pidamos en esta noche por la paz en Tierra Santa, en Ucrania, y en tantos lugares donde hay conflictos muchas veces invisibilizados.
También en nuestra Patria las dificultades sociales y económicas se acrecientan en un particular tiempo de incertidumbre. La pobreza crece. Debemos estar particularmente atentos para tender una mano a quien más lo necesita. Este es el camino del Evangelio. Hoy justamente, en esta noche de novena, reflexionamos sobre ‘los pobres, protagonistas en el camino de la Iglesia’, siguiendo las reflexiones de la última sesión del Sínodo que a su vez expresa: “En los pobres, la comunidad cristiana encuentra el rostro y la carne de Cristo, que, siendo rico, se hizo pobre. Para enriquecernos a todos con su pobreza” (2Cor 8,9). Está llamada no sólo a hacerse próxima a ellos, sino a aprender de ellos. Si hacer sínodo significa caminar junto a Aquel que es el camino, una Iglesia sinodal necesita poner a los pobres en el centro de su propia vida… (cfr EG 198).”
(N° 4 h)
6- Nos decía el profeta Isaías en la primera lectura que “El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz” Is 9,1. No dudamos que el Señor camina con nosotros y que, iluminados por Él, no hay noche que no se disipe, ni tinieblas que no se venzan. Dejémonos iluminar por su luz de verdad, justicia y esperanza. Más que nunca estamos llamados a estar unidos y a poner lo mejor de cada uno para salir adelante. Nuestra participación en la vida social siempre aporta algo nuevo y único que ayuda al bien de todos. Que el compromiso con nosotros del ‘Dios que se hizo carne’ ilumine nuestra entrega cotidiana por construir una sociedad mejor con más justicia social y caridad.
Que el Niño Dios, vestido de Alcalde, nos bendiga, nos ayude a vivir plenamente esta Navidad y nos renueve en la Esperanza.

¡FELIZ NAVIDAD!