Homilía (12 de agosto)

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SALUDOS

            A Santa Clara de Guandacol. A Los Sarmientos (Santa Clara). A la Banda de San Francisco. A los Peregrinos de las Padercitas. A los Enfermos- Ancianos- Presos, 56 años del matrimonio de Doña Nicolaza.

Amigos y Hermanos Radio Oyentes de L.V. 14.

            Y mientras caminamos, hermanos peregrinos y promesantes, a las Padercitas, reflexionemos y oremos todos juntos. Los invito a todos ustedes hermanos del interior, para que unidos espiritualmente a esta peregrinación que está realizando en estos momentos toda la ciudad de La Rioja, nos haga sentir que somos una gran familia, un pueblo en marcha, que reza, que canta, que busca los verdaderos caminos para que en La Rioja relicemos el ENCUENTRO O TINKUNACO,  que San Francisco Solano lo anunciara por la predicación del Evangelio de Jesucristo en las Padercitas. Este Encuentro significa hoy, como en tiempo de San Francisco, un reencontrarnos con Cristo, como pueblo. Esta Peregrinación tiene el sentido, querido por el Santo Padre Pablo VI, al proclamar el Año Santo en las Diócesis del mundo. hoy la hacemos nosotros, como pueblo riojano, en este acontecimiento de las Padrecitas. Somos el mismo pueblo que seguimos caminando en busca de ese Encuentro fraternal entre nosotros y filial con Nuestro Padre Dios. Lo necesitamos, si queremos ser felices. El Señor es nuestro Pastor, nada nos puede faltar. Ese Señor, en quien confiamos y ponemos toda nuestra esperanza es el mismo que en las Padercitas fue vestido de Alcalde par que fuera Quien debía ser el verdadero jefe del Pueblo Riojano. Por eso, amigo peregrino, mientras caminamos, escuchemos a este Cristo Alcalde, que camina con nosotros esta mañana. Digámosle: creo Señor, aumenta nuestra Fe y ayúdanos a ver el verdadero camino para que no nos engañemos en la vida. Esperemos, Señor, ayúdanos a seguir caminando en la vida, con esperanza, ayúdanos a que no nos cansemos. Te amamos, Padre Dios-ayúdanos  que descubramos en la vida todas las exigencias del verdadero amor, ayúdanos a que saquemos de nuestras vidas todo lo que es mentira, todo lo que es engaño y egoísmo, todo lo que es miedo, cobardía, falta de rectitud y honradez. Defiende a tu Pueblo, Señor y Padre Nuestro. Estamos haciendo un encuentro de oración, es una marcha penitencial, es una peregrinación jubilar. Sentimos la necesidad de cambiar muchas cosas de nuestras vidas personales lo mismo que de nuestra comunidad riojana. Esto es volver a retomar las verdaderas y no tergiversadas tradiciones, esto es vivir el Evangelio predicado por San Francisco Solano.

            Hermanos peregrinos, pensemos que nunca construiremos una Rioja Feliz, si la construimos con la metira y la injuria, si la construimos humillando y despreciando a los pobres, a los sencillos a los rectos de corazón. Nunca edificaremos una Rioja feliz para todos si a su pueblo, a quien Dios cuida, es engañado. Dios es celoso de su pueblo y es severo con quienes lo ultrajan material y moralmente. Amigos peregrinos, escuchemos a Cristo que mientras caminamos nos está hablando en el secreto de nuestros corazones. Busca un corazón recto y sencillo, busca una acogida en cada uno de nosotros y en el corazón de su pueblo. Felices los que caminan sin  mancha en la ley del Señor, felices los que guardan sus mandamientos y buscan a Dios con todo corazón, felices los que nunca cometen maldades sino que van por el camino recto. Señor, ojalá que nuestro caminar por la vida sea recto y que guardemos tus mandamientos (Salmo 119).

            Escuchen amigos lo que Jesús les decía a la gente que le seguía junto al mar de Galilea: felices los que tienen espíritu de pobres porque de ellos es el Reino de los cielos, felices los que lloran porque serán consolados, felices los pacientes porque recibirán la tierra en herencia, felices los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados, felices los compasivos porque obtendrán misericordia, felices los de corazón limpio porque ellos verán a Dios, felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios, felices los que son perseguidos por causa del bien porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos ustedes cuando por causa mía, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. De esta manera trataron a los profetas antes que ustedes.

            Hermanos peregrinos, estas enseñanzas de Jesús les ayudará a reflexionar mientras caminan a las Padercitas, coméntenlas entre ustedes. Hoy, nuestra Iglesia Riojana, que es la Iglesia de este Jesucristo que nos acaba de enseñar en qué consiste ser verdaderamente felices, vive una gracia muy grande, es la gracia del sufrimiento, que la lleva a realizar una pascua dolorosamente gozosa y no a un pesimismo desesperante. No teman, el Señor cuida a esta su Iglesia a pesar de las injurias y persecuciones diarias que en sus miembros se hacen.

            Mientras otras amenazas más se intenta hacer a religiosas y laicos en la Costa por parte de quienes siguiendo en sus cegueras, siguen también impunes y como dueños de personas, fama y bienes. Sigue angustiada nuestra provincia al contemplar que sus garantías más fundamentales no están resguardadas. Hacemos en este acontecimiento de las Padercitas un llamado a que se tomen urgentemente las medidas correspondientes.

            Es la misma seguridad del estado provincial el amenazado con supuestos “imaginados enemigos” para cubrir con ellos a los verdaderos que conspiran contra la seguridad y la paz de nuestro pueblo. Hermanos de la Costa seguimos haciéndoles esta invitación: no se dejen engañar. Pronto se hará la luz, estamos orando con ustedes, quienes peregrinan en este momento a las Padercitas están rezando por ustedes, creemos en la eficacia de la oración de nuestro pueblo, ella es sincera, sencilla y grata a Dios. No hagan caso de la injuria, de la burla y de la amenaza, recemos por quienes los someten a esta dura prueba. No se sientan solos, es toda la comunidad diocesana quien los acompaña espiritualmente. Sabemos que tanto en ustedes como en otros hermanos que no son costeños que los intranquiliza la duda, la desorientación por todo lo que se dice y se escribe, no teman. No olviden: Dios edifica sobre la verdad y no sobre la mentira. El Dolor, el sufrimiento y la oración de nuestro pueblo es escuchado por Nuestro Padre Dios. No les predico simple resignación, sino confianza y esperanza, por la hora de Dios ya ha sonado, aunque tengamos que sufrir persecución.

            También es bueno recordarlo: así se purifica una comunidad eclesial, así se hace más misionera y comprometida, así se hace más fuerte interiormente, porque se sabe y siente que el Espíritu Santo la anima y la empuja hasta las decisiones más heroicas para cumplir con su divina misión.

            Hacer una adhesión de fe en esta Iglesia de Cristo que es nuestra Diócesis, no se engañen, que no es una simple adhesión política, es consecuencia de la fe que recibimos en el bautismo, romper la comunión con ella, injuriarla, calumniarla y perseguirla, es hacer una grave ofensa a Nuestro Padre Dios, es ofender a la propia madre que nos dio la vida sobrenatural por el bautismo que la alimenta en la eucaristía y la restaña en la penitencia.

            No nos cansaremos de seguir llamando a construir la paz en la concreción de la justicia en nuestro pueblo, no nos cansaremos de seguirles anunciando el Evangelio de Jesucristo y de seguir orando por este pueblo que sufre y que camina esperanzado hacia su felicidad.

            Hermanos peregrinos: dentro de unas horas celebraremos juntos la Misa de las Padercitas. Sigamos preparándonos para vivir ese Encuentro querido por Nuestro Padre Dios y al que San Francisco Solano lo anunció por vez primera en ese mismo lugar donde pondremos la mesa de nuestra Eucaristía. Hermanos radio oyentes, mantengámonos unidos, como familia grande en la oración y en el esfuerzo común hasta lograr la felicidad de La Rioja.