En nuestras pastorales tenemos respuestas, lo que no tenemos son preguntas

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En nuestras pastorales tenemos respuestas, lo que no tenemos son preguntas

Oscar Campana

Teólogo laico que iluminó las conclusiones del Camino Sinodal en la Asamblea Diocesana del 5 de noviembre

A continuación la reflexión que nos aportó luego de escuchar las exposiciones sobre el camino hecho en cada comunidad. La misma ha sido mínimamente editada para que se aprecien mejor sus palabras.

Jesús convocó una comunidad y anunció el Reino con obras y palabras. Inauguró un nuevo tiempo de vida en abundancia. Los discípulos vivían en comunidad y anunciaban el Reino anunciado por Jesús, crearon el ministerio del servicio a los pobres desde una comunidad orante que servía.

Cuando la Iglesia se pregunta por sí misma sólo encuentra respuestas cuando se pregunta por su misión. La Iglesia es la comunidad que evangeliza y no puede pensarse a sí misma fuera de esto.

El Bautismo nos da la primacía, la única dignidad que tenemos que es la de ser Hijos de Dios, el sacerdocio común de los fieles.

El Concilio Vaticano nos invita a superar las diferencias entre clero y laicado. Los ministros ordenados sirven al pueblo de Dos con un laicado que asume la corresponsabilidad de caminar como pueblo.

La Rioja cuenta con la sabiduría de un padre conciliar: Angelelli, su pastoral fue la del Concilio con el estilo de un pastor animador y una iglesia que sale del estilo piramidal con privilegios unipersonales.

Las participaciones de las mujeres en la Iglesia no siempre son valoradas, son relegadas a una orilla cuando en verdad son la columna vertebral de las comunidades eclesiales.

La sinodalidad nos regresa a lo esencial de ser Iglesia y abandonar el estilo expulsivo que ha tenido. Es necesario recrearla adaptándola a estos tiempos. Atreverse a ser ella misma, no es posible pensar el hacia afuera si no se ve el hacia a dentro.

¿Por dónde empezar? Por todos los sectores, por todos los frentes posibles Considerar aquellas cosas que no aparecen y suelen ser las más ricas.

En las exposiciones se ven tensiones entre las luces y las sombras. Por ej: nos vemos como una Iglesia Familia y a la vez sufrimos por la falta de diálogo sincero, creemos que somos Iglesia en salida y comprobamos indiferencia y falta de compromiso.

La iglesia en salida más que una luz es un desafío. También deseamos una mayor formación, tenemos que definir qué entendemos por formación y para quienes. La indiferencia es una palabra muy fuerte.

Considerar a los jóvenes implica aceptar lo que aportan comenzando por el lenguaje que es diferente del idioma. Los jóvenes nos exigen el lenguaje de la cercanía, de la aceptación, de ir a sus espacios.

En nuestras pastorales tenemos respuestas, lo que no tenemos son preguntas.

Terminada su exposición DigitalMin le hizo una entrevista para ahondar estos temas.

DM ¿Qué ves que nuestra diócesis tiene de Angelelli?

Lo primero es la memoria, si hoy Angelelli es reconocido como beato es porque fueron riojanos los que se encargaron de velar por esa memoria, sostenerla, celebrarla y un día en la figura de un par de obispos el haber encarado la causa de beatificación de él y los mártires. Una iglesia local que dice que hay que caminar junto al pueblo es escuchar a Angelelli, probablemente habrá que seguir desenterrando sombras para encontrar la luz de alguien que simplemente quiso ser fiel al Evangelio y a su tiempo y a los pobres.

DM ¿Qué puede iluminar Angelelli?

Es su capacidad de  ir a lo esencial del Evangelio y en estas tensiones de las que hablamos y aún con la conflictividad que le tocó vivir fue alguien que se abrió al diálogo y no sólo con los de adentro, sino con los de afuera, quizás no dialogaba con los enemigos del pueblo y tendría razón en no hacerlo pero era abierto al diálogo, no era indiferente ni falto de compromiso con respecto a los problemas sociales. Era un hombre comprometido con la formación de los que lo rodeaban, era un gran lector, un gran difusor de ideas. Alguien que convocó al pensamiento en torno suyo en personas, instituciones, encuentros de reflexión. Lo que hacía en La Rioja Angelelli es un espejo en donde la Diócesis de La Rioja debe mirarse, probablemente no para encontrar allí todas las respuestas pero sí para encontrarse con los caminos que inevitablemente toda pastoral que quiera estar cerca del Evangelio y de los pobres tiene que recorrer.

DM Si hablamos de esta Iglesia piramidal que no queremos y vemos la foto de la CEA con 120 varones gobernándola ¿qué nos dice?

Es la foto de lo que hay y lo que hay es una iglesia fuertemente clerical y en tanto que el clero es un espacio al que acceden varones es una iglesia en el fondo patriarcal. Es el estado de situación de una institución que no tiene porqué ser estática. Esta es una foto y hay otras fotos que son diferentes.

DM ¿Cuál es el camino de conversión que tiene que hacer la Iglesia para darle espacio a los jóvenes?

 Si queremos que la Iglesia sea un lugar para los pobres y los jóvenes como la casa de uno, tengo que estar dispuesto a que se cambien los muebles de lugar y a que me digan que lo que ahora es el living pase a ser el dormitorio y el dormitorio un patio. Una metáfora sobre que cuando la apertura es real debo estar dispuesto a aceptar los cambios que trae aquel que viene y eso es la conversión de la iglesia, corrernos de donde estamos para aceptar lo nuevo, lo distinto, lo que seguramente al final del camino nos hace mejor a todos.

DM ¿Cuál es el papel de la Comunicación Digital en este camino sinodal?

Respecto a la comunicación digital es una verdad de Perogrullo decir que hay que abrirse a las nuevas formas de comunicación, pasa que en determinadas épocas la iglesia era portadora de esas nuevas formas de comunicación y hoy no lo es y ese es el déficit: cuánto, cuándo y cómo genero nuevas formas de comunicación.

Decía Umberto Eco que en el siglo 19 la genialidad del oratorio de don Bosco era una maquinaria de comunicación perfecta, un análisis que no es el habitual de nuestra pastoral, que suponía una cercanía con pibes, chicos, jóvenes, pobres y lo que había era una tremenda mediación comunicativa. Eso tenemos que inventar, no decir como usamos el ITG el Tik Tok para llevar adelante la pastoral sino cómo comunicamos de un modo nuevo lo que queremos comunicar: la Buena Noticia.

¡Gracias Oscar por compartirnos la riqueza de tus aportes!