Dios nos llama por amor y para amar- Acolitado de Diego Olivera

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Hermano y hermana, con toda tu fuerza de joven ¿qué le contestás a Jesús?”

En el camino de discernimiento y formación sacerdotal se encuentra el Acolitado, ministerio posterior a la Admisión y en camino al orden diaconal que consiste en prestar servicios especiales en las celebraciones litúrgicas.
Diego Olivera, seminarista de nuestra Diócesis recibirá este ministerio el domingo 19 de febrero en Chilecito, sumándose así al ministrio del Lectorado que recibió en julio de 2022 en Chamical.
Aquí les ofrecemos su sentir de hijo de Dios llamado a configurarse con Jesús sacerdote a través de este lindo testimonio.

 

¿Cómo y cuando surgió tu vocación?

Fui descubriendo esta vocación sacerdotal de forma progresiva, terminando el año 2007 y durante el año 2008 sentía una inquietud vocacional, daba vueltas en mi cabeza la pregunta: ¿Por qué no ser sacerdote? Fui compartiendo todas estas inquietudes con un sacerdote que fue mi director espiritual en ese tiempo pero luego seguí caminando la vida con actividades en la parroquia, estudiando una carrera universitaria y viví una experiencia de noviazgo muy linda que me ayudó a crecer en la fe.

En el año 2011 tuve la oportunidad de participar en la Jornada Mundial de la Juventud que se realizó en Madrid, en la misa de clausura, el papa Benedicto XVI, nos dirigió estas palabras: “Queridos jóvenes, también hoy Cristo se dirige a vosotros con la misma pregunta que hizo a los apóstoles: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Respondedle con generosidad y valentía, como corresponde a un corazón joven como el vuestro. Decidle: Jesús, yo sé que Tú eres el Hijo de Dios que has dado tu vida por mí. Quiero seguirte con fidelidad y dejarme guiar por tu palabra. Tú me conoces y me amas. Yo me fío de ti y pongo mi vida entera en tus manos.”    Estas palabras tocaron mi corazón y se despertó nuevamente la inquietud vocacional, pero en ese momento le dije: No Señor, yo seguiré sirviendo en la pastoral de juventud, en la acción católica, en el servicio del altar, pero sacerdote no(También quería continuar estudiando, trabajando y seguir con el noviazgo).

En el año 2012, participé en la asamblea nacional de la Acción Católica Argentina, que se realizó en Mercedes – Luján, frente de la basílica sentí nuevamente esta inquietud por la vocación sacerdotal, interpreté que la virgen María, como madre me indicaba el camino a seguir. En octubre del mismo año participé de la acampada juvenil diocesana que se realizó bajo el lema: “Te llevaré al desierto y te hablaré al corazón” y así fue, se cumplió este lema en mi vida, nuevamente sentí el llamado de Dios y lo compartí con el sacerdote que en ese momento era el asesor de la pastoral de juventud y lo elegí para que sea mi director espiritual en este camino de discernimiento.

En el año 2013, participé de la Jornada Mundial de la Juventud y el día del viacrucis el papa Francisco dirigió estas palabras: “Yo te pregunto hoy a vos: Vos, ¿cómo quien querés ser. Querés ser como Pilato, que no tiene la valentía de ir a contracorriente, para salvar la vida de Jesús, y se lava las manos? Decidme: Vos, sos de los que se lavan las manos, se hacen los distraídos y miran para otro lado, o sos como el Cireneo, que ayuda a Jesús a llevar aquel madero pesado, como María y las otras mujeres, que no tienen miedo de acompañar a Jesús hasta el final, con amor, con ternura. Y vos ¿cómo cuál de ellos querés ser? ¿Cómo Pilato, como el Cireneo, como María? Jesús te está mirando ahora y te dice: ¿Me querés ayudar a llevar la Cruz? Hermano y hermana, con toda tu fuerza de joven ¿qué le contestás?”. Sentí estas palabras de forma tan personal, me quedé quieto, paralizado frente de una pantalla, mirando al papa Francisco que con gran fuerza expresaba estas palabras y me emocioné, se me escaparon algunas lágrimas. En diciembre del mismo año tomé la decisión de ingresar al seminario para seguir discerniendo esta voz de Dios que cada vez resonaba con más fuerza en mi interior.

¿Cuándo ingresaste al seminario?

El 24 de febrero del año 2014 ingresé al seminario nuestra señora de Guadalupe y San José de la arquidiócesis de San Juan de Cuyo y allí comenzó la aventura de dejarme formar por Dios, como el barro en las manos del alfarero

¿En qué etapa del seminario te encontras?

Ya finalice los estudios en el seminario y el próximo 19 de febrero seré instituido como ministro acólito en la parroquia de Chilecito a las 20 hs y me quedó en esta comunidad para vivir lo que se llama “etapa pastoral”, un tiempo de aprendizaje junto a los sacerdotes y a todos los miembros de la comunidad. Estoy muy entusiasmado al comenzar esta nueva etapa, me encomiendo al Sagrado Corazón de Jesús para que él me enseñe a amar a todos y me haga dócil a la inspiración del Espíritu Santo en este camino de configuración con Jesús, el buen pastor.

¿Qué les dirías a los jóvenes que tienen inquietudes vocacionales?

Jóvenes, si tienen alguna inquietud vocacional, no tengan miedo, Dios nos prepara para la misión que nos encomienda. Que el miedo no los paralice, hablen con algún sacerdote o religosa/o para que los vaya guiando en un camino de discernimiento y oren diariamente para escuchar con mayor claridad la voz de Dios. Participen en jornadas vocacionales, descubrirán que no están solos, se encontraran con otros jóvenes que también están sintiendo el llamado de Dios, oren unos por otros. Si después de caminar un tiempo de discernimiento con algún acompañante espiritual, sienten con fuerza esa inquietud vocacional, anímense a ingresar al seminario, también es una etapa de fuerte discernimiento y de mucho aprendizaje. No teman, Dios nos llama por amor y para amar.

Pido a toda la comunidad riojana que ore por mí, por mis hermanos seminaristas, y por todas aquellas personas que están discerniendo su vocación. Yo rezaré también por todas las necesidades de nuestra diócesis pidiendo la intercesión de nuestro querido santo patrono San Nicolás.