Cuido un lugar sagrado

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Zulema Bazán

Zulema Bazán

Desde hace 16 años cuido un lugar bendito, el lugar de los mártires, en donde fueron encontrados. Yo tenía 16 años, recuerdo sobre todo al padre Gabriel. Era tímido, un artesano y le prestaba la bicicleta a mi hermana. Yo fui a la última homilía de Carlos, eso a mí me marcó siendo muy joven. Enterarnos nos daba miedo por lo que se vivía en ese momento. Teníamos miedo para todo, para hablar, para salir todo estaba controlado. Si habían matado a Carlos y Gabriel y nosotros estábamos con ellos, nos podían matar también. Yo me enteré por el “boca a boca” de la muerte. Un señor de apellido Portugal se puso a conversar conmigo, fue uno de los que los encontró en la vía. Me dijo que el P Carlos tenía más de 60 tiros en el cuerpo, no así Gabriel, que tenía menos. El ensañamiento era con Carlos.

Cuando me enteré que habían muerto sentí mucha impotencia, que había mucho daño. En las misas de domingo había militares en posición firme y observadores, vigilando, escuchando lo que decían de Carlos y Gabriel. Esos militares ni siquiera eran de La Rioja. No todos los militares son malos.

Yo cuido la gruta, me nace, es una deuda con ellos, con Dios. Ellos sembraron vida. La frase de Gabriel a Carlos, “voy con vos” es un signo de amistad, es muy profundo, han estado con miedo y les mintieron. Ahí en Bajo de Lucas he conversado mucho con Ana pero hay mucho miedo todavía ahora y no dicen todo lo que saben, aún ahora. El  miedo también se da porque los principales testigos fueron desapareciendo de modo extraño.

La tarea que yo hago tiene recompensa, me da paz. Mi abuelo me decía que si encontrás dos árboles dejá 10 y hacé que la gente sufra menos. Poner mucho el oído y caridad no es dar lo que nos sobra, eso es desocupar el placard. Es lo que vivieron Carlos y Gabriel.