1 de Enero 2022 – Construyamos la amistad social en diálogo y Participación

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FIESTA DE SAN NICOLÁS
Mensaje de Mons. Dante Gustavo Braida (1° de enero de 2022)

CONSTRUYAMOS LA AMISTAD SOCIAL EN DIÁLOGO Y PARTICIPACIÓN
Dijo Jesús: “Yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.” (Jn 15,15).

1- Queridos hermanos y hermanas aquí reunidos y a todos los que nos siguen a través de
diferentes medios de comunicación: Buenas noches y feliz año nuevo! Es una alegría poder
encontrarnos en este primer día del año celebrando la fiesta de san Nicolás, nuestro querido santo Patrono con la presencia real y cercana de Jesús Divino Niño Alcalde. Realmente somos “pueblo que le canta al Niño Alcalde, somos pueblo que camina con sus santos” (Tantanakuy), porque encontramos en ellos un horizonte seguro para nuestras vidas.
El Encuentro de este año y estas fiestas se hacen más sentidos en el contexto de la pandemia que nos viene acompañando desde hace casi dos años y que ahora se acentúa con el rebrote de estos días. Son varias las dificultades que nos trajo este tiempo sobre todo el sentir la partida de seres queridos, o ver afectada nuestra salud o la salud de quienes nos rodean. (Nuestro más sincero acompañamiento a quienes han estado o están en esta situación). Pero, a la vez, vemos que es un tiempo que nos invita a abrirnos a algo nuevo, a ser protagonistas de grandes cambios que beneficien a toda la sociedad, especialmente a quienes viven con marcadas carencias.
Para que este tiempo nuevo sea posible será necesario animarnos decididamente a caminar
juntos en una mayor unidad. Por eso, para vivir con esperanza esta fiesta hemos tomado como lema:
“Con San Nicolás y el Niño Alcalde construyamos la amistad social”. Jesús Divino Niño Alcalde, es quien viene a guiar nuestros pasos por ese camino de amistad al decirnos “Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.” (Jn 15,15). Entonces junto con san Pablo podemos decir: “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” (cf. Rm 8,31). Este vínculo de amistad, que caracteriza la relación con Dios, es el fundamento más sólido que puede tener la amistad social, porque es un vínculo que nos ayuda a conocernos más y mejor, y reconocer la profunda dignidad de cada vida humana con la cual tenemos que vincularnos. De esto supo mucho San Nicolás que trabajó
incansablemente por lograr la unidad de su rebaño asistiendo especialmente a quienes estaban en situación de mayor vulnerabilidad. Por eso acudimos a nuestro Patrón Tutelar en todo tiempo y hoy, particularmente, para que interceda por nosotros y sea garantía de esa amistad social que necesita nuestra comunidad para superar cada problema que se nos presenta y poder salir adelante juntos.

Afianzar la cultura del cuidado
2- Esta amistad social estamos llamados a construirla incluyendo a todas las personas
promoviendo siempre la cultura del cuidado de toda vida y de la creación. Siguiendo el camino del Evangelio y las enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia junto con el claro mensaje del beato Angelelli y del Papa Francisco, estamos convocados a trabajar con gran dedicación por el Cuidado de la vida humana en todas sus etapas de desarrollo, desde su concepción hasta su muerte natural.
Con la pandemia fuimos comprendiendo aún más la importancia del cuidado de la propia vida y de la de los demás, la importancia del cumplimiento de diferentes medidas sanitarias, como así también el esencial servicio de enfermeros, médicos y de tantos otros que denodadamente se han sacrificado por el cuidado de la población. A esto sumamos la importancia de la vacunación, de estar protegidos por el esquema vacunatorio aprobado que se propone. Vacunarnos es un acto de amor a uno mismo y a los demás, nos dirá Francisco.

Por otra parte no podemos dejar de señalar instancias dónde este cuidado de la vida es relativizado, me refiero a la vida que es truncada por causa del aborto. Cuánto dolor! Y ahora vemos con perplejidad la propuesta de una ley de eutanasia para poner fin a la vida humana en situación de fragilidad, aquella vida que nos es “productiva” porque es débil. ¿Hasta dónde llegaremos sin respetar el derecho humano a la vida de todos y todas, sin respetar la dignidad de la vida humana? Sin embargo no podemos quedarnos en lamentos, la vida siempre se abre paso y adquiere su mayor desarrollo cuando la ponemos al servicio de los demás, cuando por amor la entregamos por el bien de los demás, amor que, de modo particular, nos lleva a ocuparnos de la fragilidad humana con gran dedicación. Por eso a los embates feroces contra la vida humana los invitamos a responder con la humildad de la dedicación concreta por su cuidado, por estar cerca de quienes necesitan contención y acompañamiento, escucha y ayuda, brindando la ternura y compasión que brotan de lo profundo de nuestros corazones, para que, poniendo los ojos fijos en Jesús, Señor y dador de vida, podamos ayudar a valorar el sentido de la vida, preferencialmente si ella está en situación de debilidad o de pobreza. 4- Al cuidado de la vida humana va unido el cuidado del Ambiente, de la Casa Común donde esta vida nace, crece y se desarrolla. Tiempo atrás hemos participado de la elección de las siete maravillas riojanas que nos permitieron tener un panorama completo de las bellezas naturales que hay en los dieciocho departamentos. Este es nuestro hermoso hábitat, en el que vivimos y nos desarrollamos como pueblo riojano. Esta es la Casa Común que hemos recibido y tenemos que dejar en condiciones para las próximas generaciones. Para el cuidado de esta Casa Común también es indispensable el diálogo social con la más amplia participación. Sabemos que el planeta está en riesgo por la intervención humana que produce, entre otros efectos, un marcado calentamiento global o pone en riesgo la calidad y cantidad de agua indispensable para la vida de toda población. Hoy, ante la posibilidad de llevar adelante proyectos mineros en la región y en nuestra provincia “necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos.”2 En este sentido dice la encíclica Laudato Si del papa Francisco: “la previsión del impacto ambiental de los emprendimientos y proyectos requiere procesos políticos transparentes y sujetos al diálogo… Un estudio del impacto ambiental no debería ser posterior a la elaboración de un proyecto productivo o de cualquier política, plan o programa a desarrollarse. Tiene que insertarse desde el principio y elaborarse de modo interdisciplinario, transparente e independiente de toda presión económica o política… Siempre es necesario alcanzar consensos entre los distintos actores sociales, que pueden aportar diferentes perspectivas, soluciones y alternativas. Pero en la mesa de discusión deben tener un lugar privilegiado los habitantes locales, quienes se preguntan por lo que quieren para ellos y para sus hijos, y pueden considerar los fines que trascienden el interés económico inmediato… La participación requiere que todos sean adecuadamente informados de los diversos aspectos y de los diferentes riesgos y posibilidades… ”3 Animamos a todos los habitantes de nuestra querida provincia, junto a nuestras autoridades, a involucrarnos en todo lo que tenga que ver con el cuidado de nuestra Casa Común y en la elaboración de proyectos de desarrollo sustentables que favorezcan a todos. 5- Al cuidado de la vida y el ambiente tenemos que sumarle como prioridad el cuidado de los vínculos, de las relaciones humanas. Asumiendo las diferencias que hay entre los habitantes de cada lugar y las que existen entre sectores sociales, políticos y religiosos podemos dar pasos en el cuidado de los vínculos a través de un diálogo sincero que busque poner sobre la mesa los problemas presentes y pasados y buscar juntos puntos en común que ayuden a elaborar y concretar un proyecto de pueblo inclusivo e integrador. Es bueno tener en cuenta aquí las palabras de nuestro beato mártir Enrique: “Analizar, evaluar y reflexionar acerca de nuestra realidad riojana, desde distintos ángulos, es también construir y preparar un futuro mejor; supone un clima: diálogo, respeto mutuo, comprensión, tolerancia, adecuada información y nobleza de espíritu.”4

La escucha atenta y la certeza de que cada espacio puede aportar algo valioso al Bien Común hace posible superar conflictos y abordar juntos, especialmente, los temas que más nos urgen. En este sentido la cuestión laboral tendría que estar de modo prioritario en la agenda. Confiamos en el alma noble y grande de nuestro pueblo y de nuestras autoridades para caminar en ese sentido. También confiamos en el valor y el aporte de cada Institución que presta algún servicio en la sociedad y que son ámbitos concretos de participación ciudadana. De modo particular valoramos los poderes del Estado que hacen posible una democracia estable y participativa al mismo tiempo que vemos necesario velar para que puedan trabajar con la necesaria y vital independencia. De no garantizarse esta independencia, estaríamos contrariando el principio de la igualdad de todos ante la ley, que es el marco necesario para la existencia de una auténtica amistad y paz social5.

Líneas Pastorales en un camino sinodal que nos involucra y compromete

6- Cómo Iglesia hemos finalizado un desafiante y, a la vez, provechoso año. Fruto de un camino de reflexión hemos puesto en marcha tres líneas pastorales6 para orientar nuestra vida en los tiempos actuales: la primera nos alienta a ser una Iglesia en “permanente actitud de salida”, esto implica acrecentar la actitud misionera para llegar, con el consuelo y la esperanza del Evangelio, a personas alejadas o en situación de riesgo y vulnerabilidad…; la segunda nos anima a “Caminar en fraternidad”, esto es afianzar el compromiso de ser una Iglesia Sinodal que busca crecer en el caminar juntos, con una permanente actitud de diálogo con Dios y con los demás, entre grupos de la Iglesia y en la sociedad; la tercera nos mueve a “fortalecer la vida de oración” buscando cada día profundizar en la relación con Dios a través de una vida perseverante en la oración. En tiempos de grandes desafíos es esencial volver al Señor y recomenzar desde Él.
Este año que iniciamos será necesario profundizar en asumir estas orientaciones buscando acrecentar la dimensión sinodal de la Iglesia partiendo de una escucha más atenta y sostenida de nuestro pueblo, de quienes participan más activamente de la vida de la Iglesia, de aquellos que lo hacen ocasionalmente y de quienes se han alejado o nunca han estado integrados. Esta escucha atenta será un punto de partida para asumir, con espíritu de conversión y renovación, las nuevas respuestas pastorales que el Espíritu Santo suscite y que atiendan mejor a las necesidades del Pueblo.
Junto a las líneas Pastorales también hemos determinado algunas áreas pastorales a priorizar para responder a los tiempos actuales. Este año sería más que oportuno que cada parroquia pueda crear o consolidar estas áreas para responder a la misión evangelizadora y cómo signo claro de comunión.
Durante el año que pasó hemos recibido como un gran don para la Iglesia riojana la ordenación de los primeros diáconos permanentes formados en la diócesis. Su presencia viene a enriquecer de carismas nuestra rica historia. Vemos con esperanza el crecimiento de esta vocación entre nosotros. Damos gracias a Dios por este don y por las familias de cada uno de los diáconos.
Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera

7- Finalmente quiero hacer referencia brevemente al mensaje del Papa para la jornada mundial de la Paz que se celebra hoy. Francisco señala tres caminos para construir una paz duradera7:

a) El primero es el diálogo entre las generaciones, dice: “Todo diálogo sincero, aunque no esté exento de una dialéctica justa y positiva, requiere siempre una confianza básica… [a su vez] Los grandes retos sociales y los procesos de construcción de la paz no pueden prescindir del diálogo entre los depositarios de la memoria -los mayores- y los continuadores de la historia -los jóvenes-.”

En La Rioja, con la riqueza cultural que tenemos, que se manifiesta especialmente en la sabiduría de los mayores, y con el potencial creativo de nuestra juventud, fomentar este diálogo intergeneracional sin duda puede ser fuente de nuevos y grandes proyectos de desarrollo y de paz. b) El segundo punto considera a “la instrucción y la educación como motores de la paz. Ellos, dice Francisco, hacen a la persona más libre y responsable… son las bases de una sociedad cohesionada, civil, capaz de generar esperanza, riqueza y progreso… Es necesario, forjar un nuevo paradigma cultural a través de «un pacto educativo global para y con las generaciones más jóvenes, que involucre en la formación de personas maduras a las familias, comunidades, escuelas y universidades, instituciones, religiones, gobernantes, a toda la humanidad». Un pacto que promueva la educación a la ecología integral según un modelo cultural de paz, de desarrollo y de sostenibilidad….” Cuánto agradecer a quienes reciben la misión de ser educadores que, con su vocación, van formando a las nuevas generaciones. La mayor inclusión de las familias y otras instituciones sociales en el ámbito educativo será un gran desafío para una educación más integral. Al mismo tiempo valorar y promover espacios para la llamada ‘educación no formal’ es esencial para poder desarrollar todas las capacidades humanas y, a la vez, permitir el crecimiento de quienes por diversos motivos no pudieron o pueden finalizar sus estudios convencionales. c) En el tercer y último punto, dice Francisco, “promover y asegurar el trabajo construye la paz. El trabajo es un factor indispensable para construir y mantener la paz; es expresión de uno mismo y de los propios dones, pero también es compromiso, esfuerzo, colaboración con otros, porque se trabaja siempre con o por alguien. En esta perspectiva marcadamente social, el trabajo es el lugar donde aprendemos a ofrecer nuestra contribución por un mundo más habitable y hermoso. El trabajo, en efecto, es la base sobre la cual se construyen en toda comunidad la justicia y la solidaridad.” En nuestra tierra riojana, para abordar como prioritaria la cuestión laboral en todos sus aspectos, será necesario más que nunca unir las ideas y los esfuerzos de todos para encontrar oportunas soluciones para que todo riojano y riojana en edad de trabajar tenga la oportunidad de hacerlo. Alentar la esperanza 8- Queridos hermanos y hermanas, comencemos con mucha esperanza este nuevo año. Que los desafíos que se nos presentan los podamos enfrentar juntos, apostando a la escucha atenta y al diálogo que nos lleven a apreciarnos mutuamente y a caminar juntos construyendo la tan ansiada amistad social. A todos los dirigentes sociales y a quienes tenemos mayores responsabilidades en la vida de la Iglesia los invito a que caminemos juntos buscando modos creativos para el acompañamiento cercano y eficiente de nuestras comunidades. Los beatos Enrique, Carlos, Gabriel y Wencesalao regaron esta tierra con su sangre por trabajar por la justicia y el cuidado de toda vida humana y por alentar una mayor participación en la vida eclesial y social. Que su entrega anime la nuestra de cada día. Que en este año que comienza todos nos dejemos iluminar y conducir por el Divino Niño Alcalde y su infinito amor; y que todos nos confiemos en la intercesión de San Nicolás que, con tanto compromiso, nos acompaña en todas las situaciones de la vida. Bendiciones para todos y mucha paz!