Beato Pironio – Amigo de los Jóvenes

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En la beatificación de Monseñor Pironio conversamos con dos mujeres que conocieron de cerca a este pastor de la Alegría y la Esperanza.

Aquí sus palabras

Testimonio de Hermana Carla Sapuya de Trenque Lauquen 

¿Qué representa para vos el Beato Pironio?

Es un maestro de vida espiritual. Además de ser un amigo espiritual es mi Maestro y padre espiritual.

Vivo una alegría muy profunda de esas alegrías diferentes que se siente muy adentro porque tuve la gracia de conocerlo en estos años y ahora poder celebrarlo con el pueblo de Dios que vive y camina en Argentina es una emoción muy grande.

Yo recién ahora estoy ahondando en la amistad con Angelelli y es fuertísimo cómo los santos se atraen y como la amistad entre los santos también es camino para la iglesia que vive la amistad de cristo con los hermanos. Y Angelleli con Pironio se acompañaron en todas sus pascuas, hasta la última pascua de Angelelli y Pironio siempre le fue amigo y hermano en eso. Es lindo ver como la iglesia también la amistad es un camino para recorrer.

A los jóvenes les diría que se animen a ser radicales, a ir mas adentro, a no quedarse en la superficie y a pedirle mucho al cardenal, y me incluyo, que nos regale el don de la contemplación.

Testimonio de Evangelina, Ex coordinadora de la Pastoral de Juventud Nacional en donde trabajó conjuntamente con Pironio.

 Participé de la pastoral del ‘94, después en el CELAM y sigo trabajando con jóvenes y con la educación en distintos ámbitos pastorales y educativos.

Tuve la gracia de conocer al cardenal Pironio en el encuentro de jóvenes de Chapadmalal del ‘96 y fue una experiencia de Dios encontrarnos con él. Un hombre que alimentó la audacia y la valentía en nuestros jóvenes en la pastoral argentina y latinoamericana. El que soñó con las jornadas mundiales, con los foros de jóvenes con tanta vida para nuestro continente.

A mí en particular sentí su mano y cariño animándome a no tener miedo. Estábamos nosotros en la experiencia de hacer síntesis de lo vivido con los manifiestos, además, y el frente a esos lugares nos animó a no tener miedo, a comunicar todo lo que hemos podido trabajar y compartir con los jóvenes. Y ese impulso también nos animó a seguir andando en la pastoral argentina después a soñar con el Instituto Pironio, estuve en la creación de ese instituto y en los primeros años de los trabajos y ese sueño grande.

Hace unos años anduve por La Rioja para la beatificación de Angelelli y sus compañeros mártires y la vida de estos cuatro testigos que hablan de una iglesia comprometida con el pueblo, con el evangelio también fue parte fundamental de mi vida. Y es lindo descubrir esa amistad tan grande entre Pironio y Angelelli. Dos hombres que descubrieron ser pastores con olor a oveja y estuvieron en medio de su pueblo y como entre ellos siendo testigos del concilio vaticano II fueron llevando al extremo su entrega para vivirlo cotidianamente.

Yo los animo como jóvenes de la pastoral de la juventud a no bajar los brazos, a soñar en grande como nos animaron siempre Pironio y Angelelli. A seguir andando no porque sí, sino porque estamos convencidos, porque creemos que desde acá se construye el Reino porque lo descubrimos al reino acá al ladito nuestro. Semillas del reino y mucho más nos dice Francisco. Así que ustedes como jóvenes de la pastoral, puedan animar a otros jóvenes a soñar a jugarse a comprometerse a no mirar hacia otro lado. Ojala que desde ahí, de la tierra del martirio, puedan animar también a toda la pastoral de argentina y del continente.

Relicario de Monseñor Pironio con un texto escrito por él