09 de Octubre 2021 – Ordenación Diaconal permanente: Ricardo Saurral

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Ordenación de Diácono permanente: Ricardo Saurral

(Homilía Mons. Dante Braida – Parroquia San Pedro de Famatina, La Rioja, 09/10/2021 10hs, en la ordenación diaconal del acólito Ricardo Saurral. Lecturas: Hc 6, 1-7; Sal. 95, 1-3.10; Mt 5, 13-16)

“SERVIDOR DE LOS POBRES y LA VIDA FRATERNA”

  • Querido Ricardo, querida familia y comunidad de Famatina, queridos diáconos y sacerdotes presente, autoridades y querido pueblo de la rioja que nos sigue a través de las redes: con gozo estamos reunidos en esta mañana en esta Iglesia San Pedro de Famatina para vivir la ordenación diaconal de nuestro hermano

Luego de un tiempo importante de discernimiento y formación fuimos teniendo la certeza de tu llamado y la generosidad de tu respuesta. Y, después de atravesar las limitaciones de la pandemia y la postergación reiterada de esta celebración, llegamos finalmente al día de la ordenación. Gracias, Ricardo, por la paciencia y la perseverancia. En medio de la incertidumbre que esto nos causó, tenemos la convicción de que, como dice San Pablo, “Dios dispone, todas las cosas para el bien de los que lo aman” (Rm 8,28). Por eso hoy damos gracias por el camino recorrido, y pedimos al Señor que siempre nos de la docilidad para discernir y seguir solo su voluntad, aceptar sus tiempos sin aferrarnos a las propias expectativas.

 

  • El libro de los hechos nos narra el origen del ministerio La primera comunidad cristiana va creciendo en medio de una situación compleja, con diferencias entre ellos, particularmente entre dos grupos: los de origen judío y los que habían asumido costumbres griegas, los ‘helenistas’. Estos se quejaban de la mala atención de las viudas, las personas más pobres de la comunidad. Esta realidad también manifestaba un peligro real de división. Es ahí que surge, inspirada por el Espíritu Santo, esta respuesta: buscar entre miembros del mismo grupo a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, para asumir esa tarea de servicio (diaconía) encomendada por los Apóstoles luego de imponerles las manos. De ese modo se atenderá bien a los pobres y se fortalecerá la unidad fraterna respetando la diversidad y, al mismo tiempo, garantizando que los Apóstoles sigan con su misión propia: la oración y predicación de la Palabra. Así vemos que el diaconado, desde los inicios, tiene que ver con un servicio claro y generoso con los pobres y a la vida fraterna.

Ricardo, este tiempo de formación fue forjando en vos estos aspectos al ir asumiendo en la comunidad parroquial distintos servicios de acuerdo a las necesidades estando disponible para acompañar situaciones imprevistas y, al mismo tiempo, aportando a la vida fraterna aquí en la parroquia y, particularmente entre tus hermanos de formación. Ellos valoran mucho tu cercanía, tu disposición al diálogo y al servicio, como también han valorado mucho tu sacrificio para viajar a la Capital y perseverar en el camino formativo.

 

Hoy, siguiendo la propuesta de las “líneas pastorales diocesana para los tiempos actuales”, queremos acentuar estas dimensiones de servicio y fraternidad, animados también por el ejemplo y enseñanzas del Papa Francisco que, asumiendo este tiempo marcado por la pandemia, nos dice: “Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente.” (Cf. Oración en tiempos de pandemia 27-03-2020 ). En Fratelli tutti luego nos dirá, en este sentido, estas palabras alentadoras y comprometedoras: “Nadie puede pelear la vida aisladamente… Se necesita una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia adelante(…) Solos se corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sueños se construyen juntos. Soñemos como una única humanidad,(…) como hijos de esta tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos.” (n° 8)

Querido Ricardo y hermanos diáconos, en tiempos difíciles es necesario caminar Juntos, generar espacios de amplia participación para que sea valorada cada vida humana y cada uno pueda aportar sus propios talentos para el Bien Común. También es necesario mirar a largo plazo considerando hacia dónde queremos ir, manteniendo diariamente los ‘ojos fijos en Jesús’ y siguiendo íntegramente las enseñanzas de la Iglesia para no errar el camino.

Junto con la vida fraterna tenemos que cuidar el ambiente en el que vivimos, nuestra Casa común. El lugar que heredamos y que debemos, en justicia, dejar habitable a las nuevas generaciones. San Francisco, el vice patrono de esta parroquia, nos da un bello testimonio de amor a lo creado y en ‘Laudato Si’ encontramos una guía segura para estos tiempos. Que tu servicio en este sentido, Ricardo, contribuya a generar siempre espacios de diálogo y discernimiento para que, con una amplia participación, se pueda abordar integralmente este tema tan necesario. Asumiendo esta realidad y tantas que hoy reclaman atención en la vida social, tu vida cristiana y la de los demás serán esa sal y esa luz que mencionaba el

Quiero agradecer en este momento a la familia de Ricardo, su esposa e hijos, que lo han acompañado de un modo cercano en todo este tiempo y que juntos fueron descubriendo el sentido de esta vocación. Será necesario que sigan caminando juntos y buscando ese necesario y delicado equilibrio entre el servicio pastoral hacia la comunidad y el cuidado de los deberes propios del matrimonio y la Agradecer también a esta comunidad parroquial de Famatina que fue la tierra fértil donde esta vocación fue germinando y creciendo. Agradecer a Mons. Colombo y a la iglesia diocesana que fue reconociendo en esta época el momento oportuno para instaurar el diaconado en esta Iglesia Particular. Agradecer a todos los que han participado de tu camino formativo en estos años y en particular al P. Roberto Murall, que acompañó te acompañó cercanamente en este último tramo y con quien tendrás que seguir caminando.

Esta iglesia, es la iglesia de los mártires. Aquí hermanos nuestros han trabajado y han dado la vida por el Evangelio y para que el reino de Dios, ese Reino de amor misericordioso, de verdad y justicia, impregne la vida del pueblo. Hoy te toca a ti y nos toca a nosotros dejar que ese testimonio ilumine y aliente nuestra entrega diaria. Nos dice el beato Angelelli; “…ser cristianos hoy, no es cómodo; todo lo contrario, es exigencia de vida y aporte a la reconstrucción según Dios de nuestra Patria… Hoy nuestra sociedad tiene derecho a exigirnos una fe cristiana madura y comprometida. Debemos poder contar a la gente la experiencia de esa nueva vida que nos trajo Cristo, y cómo se construye una comunidad fraternal, creativa, llena de esperanza, si vivimos el evangelio que proclamamos” (Mensaje 01/01/74).

Que Nuestra Madre del Rosario, San Pedro, San Francisco y los beatos mártires, intercedan por tu vida Ricardo, por la de tu familia y por tu nueva misión. Qué en ellos se inspire también tu vida orante para que arraigado en el Señor, seas fiel y feliz en este camino y así, como decía el salmo, puedas anunciar su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos.

Así sea.